Albert Ellis (1962, 1975,1994,1998, 2003) uno de los psicólogos más relevantes de la historia, extrajo de Karen Horney (1950) la idea de que toda perturbación emocional nace de pensamientos rígidos, exigentes y absolutistas como son “Los Deberías”.
Estos “deberías” están presentes en muchos ámbitos o contextos de nuestra vida y nuestra realidad, hay “deberías” hacia nosotros mismos, “deberías” hacia los otros y “deberías” hacia la vida en general.
Esta rigidez de nuestros pensamientos transformada en “deberías” es la que nos altera y nos dificulta poder tener un buen estado emocional y en consecuencia unas conductas adaptativas o constructivas.
Los seres humanos tendemos a convertir nuestros deseos o preferencias en necesidades, dando por sentado que si no obtenemos lo que queremos nos irá la vida en ello o nos generará mucho sufrimiento; o en obligaciones y “deberías" pensando que mágicamente debemos obtener si o si aquello que queremos o deseamos.
Cuando somos exigentes con nosotros mismos, los demás, y/o la vida nos acabamos perturbando ya que tendemos a sobre preocuparnos para evitar que sucedan ciertas cosas que “no deberían” suceder pero que no está en nuestra mano que sucedan o no, y también nos deprimimos o enrabiamos cuando pasan ciertas cosas que “no deberían” pasarnos y que tampoco está en nuestra mano poder cambiar.
Las exigencias no son flexibles y por tanto muchas veces de forma inconsciente nuestra mente por inercia exige que las cosas deben ser como nosotros queramos que sean.
Según Ellis, (1977;1986; 1994; 1999; 2003) los 3 “deberías” principales son:
- Autoexigencias hacia uno mismo: Lo que yo debo conseguir.
Debo hacerlo todo bien al 100% y ser aprobado por la gente que quiero, sino no soy válido
- Exigencias a los demás: Lo que deben hacer.
Los demás deben tratarme bien y como yo quiero, sino son despreciables
- Exigencias hacia la vida o la situación: Cómo debe ser.
La situación o la vida debe ser fácil y cómoda, sino es horrible
Estos 3 “deberías” nos conducen a emociones desadaptativas y a comportamientos que muchas veces no nos ayudan a conseguir nuestros objetivos, ni a conseguir un bienestar emocional.
Evidentemente no todos los “deberías” son disfuncionales, como los deberías condicionales, es decir aquellos que hay que llevar a cabo para poder conseguir una situación u objetivo (deberías estudiar para poder aprobar). En estos casos el debo es una condición para poder lograr un objetivo. O en el caso de las advertencias (deberías abrigarte que hace frio), son una recomendación, pero no una obligación absoluta.
Finalmente cabe decir, que sería preferible y deseable conseguir todo aquello que deseamos, que los demás actúen cómo nos gustaría, o que en la vida sucediese aquello que preferimos, pero eso no significa que deba ser así. Es decir, que yo quiera algo en ningún caso significa que DEBA suceder sí o sí. Por ello, si trabajamos para identificar estos “deberías” propios y modificarlos, tendremos unas emociones más sanas y en consecuencia una mejor salud mental.
Bibliografía:
Lega, L & Sorribes, F (2013) Una nueva guía para manejar sus emociones, manual y ejercicios prácticos de Terapia Racional Emotiva Conductual - TREC. Institut Ret, Barcelona.