Las emociones son un conjunto de sensaciones en las cuales hay involucrados aspectos mentales, físicos y conductuales. La palabra emoción proviene del término en latín “Emovere” y significa movimiento o impulso. Son estados afectivos, sentimientos, o maneras de sentir que nos llevan a realizar comportamientos o tener reacciones ante las situaciones que nos va presentando el entorno.
Estas emociones tienen una función adaptativa y suelen tener un origen psicológico ante ciertos pensamientos y/o creencias, se manifiestan fisiológicamente mediante cambios físicos, sensaciones, cambios endocrinos, etc., y son las responsables de nuestro comportamiento.
Cuando nos emocionamos, se genera un conjunto de reacciones físicas internas que pueden ser interpretadas como placenteras o desagradables y que nos llevan a actuar en una dirección determinada.
Por ejemplo, ante una situación que se pueda percibir como peligrosa sentiremos miedo y buscaremos una salida. En cambio, una situación que interpretemos cómo calmada y de bienestar, nos hará tender hacia la tranquilidad y quedarnos. Como vemos en estos ejemplos las emociones nos ayudan a poder adaptarnos al medio y son clave para nuestra supervivencia.
Las emociones son variables, pueden aparecer de repente ante una determinada situación o pensamiento, con diferentes grados de intensidad. A demás existen varios tipos de emociones; algunas más básicas o nucleares que compartimos la mayoría de las culturas e incluso con algunos animales; y otras son más elaboradas y complejas.
Hay muchas teorías sobre las emociones y en función del autor las clasifican de diferentes modos. Algunos opinan que hay ocho emociones básicas, otros que hay seis e incluso los filósofos orientales reducen las emociones a solo dos: El amor y el miedo.
Todas las emociones son humanas y válidas, todas ellas tienen un significado personal y comportan reacciones ante el entorno en función de las creencias que podamos tener sobre la realidad. Se podría considerar que las emociones son funcionales si nos ayudan a conseguir nuestros objetivos a largo plazo y disfuncionales si por el contrario, no ayudan a que podamos alcanzar dichos objetivos e incluso lo dificultan.
Desde nuestra experiencia las emociones que más se trabajan mediante la psicoterapia son aquellas que pueden llegar a ser emociones disfuncionales, es decir, que pueden ser más desagradables e incluso a veces generar un bloqueo emocional. Éstas son: la ansiedad y/o el pánico, el estado de ánimo depresivo, la culpa, la vergüenza y la rabia o ira.
Estas emociones, además de que generan estados de incomodidad, también nos pueden llevar a realizar comportamientos desadaptativos que van en contra de las metas u objetivos que queremos conseguir en nuestra vida.
En las próximas publicaciones iremos explicando cada una de estas emociones y las implicaciones que pueden tener en nuestro día a día.
Bibliografía:
Lega, L & Sorribes, F (2013) Una nueva guía para manejar sus emociones, manual y ejercicios prácticos de Terapia Racional Emotiva Conductual - TREC. Institut Ret, Barcelona.
Llenas, A, (2018) Diario de las emociones. Fanbooks, Barcelona.